jueves, 25 de febrero de 2016

Bacalao con salsa de pimientos rojos glaseados




Vaya que llevo cinco minutos sólo para pensar el título de este plato…luego empiezo y el post va rápido pero ¡qué me ha costado el título! La cosa es que hace dos días leí que los post con más visitas tenían que tener títulos cortos y… ¿como acorto yo eso? En fin, que al final he pensado que cuando lo preparo es para lucirme, así que si el título es rimbombante pues es lo que hay.

Y es que está buenísimo y, aunque es elaborado, merece la pena y tampoco se tarda tanto ni es complicado. Sale bien seguro siguiendo los pasos así que merece la pena para un almuerzo o cena especial. 

Y luego está el emplatado que yo se que se lleva lo minimalista y debía haber echado menos salsa o pintar minimamente el plato con ella, pero en esta delicia la salsa es espectacular y, como yo lo que cocino nos lo comemos en casa después, aquí no me perdonarían no echar cantidad que ya os digo que sale… ummm

Este es uno de estos platos que se hacen por partes y luego "se junta todo" pero, antes que nada, los ingredientes:


Comenzamos con la salsa de pimientos del piquillo:

Remojamos las ñoras en agua templada durante unos 10 minutos. Luego abrimos y raspamos con un cuchillo el interior para sacar la pulpa.
Picamos la cebolla y el ajo y lo ponemos a pochar en AOVE con la pulpa de las ñoras y el laurel.

Cuando la cebolla esté transparente, le añadimos una cucharadita de pimentón dulce, removemos y antes de que se queme, le añadimos los pimientos rojos asados y la salsa de tomate.



Dejamos que reduzca y lo pasamos por la batidora o la thermomix para hacer la salsa. Batir suficiente tiempo para que nos quede una salsa fina.

Seguimos con el bacalao:

Vamos a hacer un semi pil pil así que ponemos una sartén con  aceite ponemos los lomos de bacalao con la piel hacia arriba y lo dejamos a un fuego mínimo. Lo vamos moviendo en círculos muy a menudo y durante unos 20 minutos o más (vamos viendo) procurando que el bacalao vaya soltando su gelatina en el aceite y se cueza con sus propios jugos. Terminamos dando la vuelta a los lomos y, sin dejar de remover  dejarlos unos cinco minutos más hasta que estén hechos. Aquí si queremos sofreír unos ajitos con guindilla antes del bacalao le da un poco de sabor al aceite. 



Para el alioli:
En la receta Bacalao al falso pil pil con pimientos del piquillo rellenos de queso de tetilla explicaba una manera sencillita y rápida de hacer alioli que además sale buenísima. La resumo: en un mortero majamos 2 o 3 dientes de ajo con perejil y cuando esté bien machacadito le añadimos la mayonesa y removemos.

Bueno pues ya tenemos las tres fases de nuestro plato preparadas. Ya queda la parte del horno. En una fuente napamos el fondo con la salsa de pimientos del piquillo, ponemos encima los lomos de bacalao sin la salsa pilpil y cubrimos con una o dos cucharadas de alioli por encima. Lo dejamos gratinando unos minutos hasta que el alioli coja un poco de color dorado y servimos así, calentito. Si hemos frito los ajos antes del alioli podemos decorar con ellos el bacalao.





Pues hasta aquí mi plato para lucirse. Tenéis que probarlo y me contáis.

martes, 2 de febrero de 2016

Pollo a la andaluza con aceitunas



Pues como hemos empezado el año con ganas en lo que a darle un poco de "vidilla" a mi Plato de Loza, ya tengo en el tintero un par de recetitas y alguna tenía que haber sido antes de esta porque la probaron y me la pidieron… una semana, unos días y la subo ¿vale?

En fin he "colado" este pollo a la andaluza porque forma parte de un reto para esta semana de la red Facilísimo a la que pertenezco y siendo una receta tradicional de pollo me sentí enseguida "retada" ya que es un ingrediente que utilizo mucho en casa, que nos gusta a todos y que preparo de mil formas.

Tradicional y con protagonismo del pollo. Me costó elegir porque, como digo, lo preparo de bastantes formas, tradicionales y más modernitos (aunque éstas últimos no valían) y al final me decidí por este pollo a la andaluza donde las aceitunas y una cuidada mezcla de especias le dan un sabor muy especial, muy de aquí, con un recuerdo especiado al pasado andalusí de mi tierra. 

En casa gusta mucho, como he dicho creo, y aunque la idea partió de una joyita de libro que compré hace tiempo ("La cocina sevillana") la he ido adaptando a nuestros gustos poco a poco. Para ilustrar el magnífico sabor de éste de la foto os cuento la conversación con mi peque.

- Mamá me he acabado el plato, quiero repetir, échame más pollo y más aceitunas.
- Chica pollo queda pero aceitunas ya no.
- Bueno mamá entonces me como las de tu plato.
- Ehhh, entonces me quedo yo sin ninguna…
- No importa mamá porque tu puedes cocinarlo otro día y así comemos más las dos.

Le encantó jajaja.

En fin empezamos a elaborarlo. ¿Qué ingredientes necesitamos?

Para el caldo de pollo yo hice un fondillo con la carcasa y algunas piezas del pollo que compré. Siempre da mejor sabor, pero una pastilla de caldo o un vaso de los precocinados de tetra brick es más rápido y nos vale. El fondo yo lo preparé como digo sofriendo las carcasas y estas piezas menores con un puerro, un pimiento y una zanahoria, luego añadí agua y sal y deje cocer una horita a fuego lento. En los últimos 20 minutos añadí una patata desgajada para dar textura y aclarar un poco el caldo. Luego es recomendable desgrasar.
Comenzamos la elaboración en sí del plato echando en una sartén un buen chorro de aceite de oliva virgen extra (AOVE) y sofreímos el pollo que hemos salado previamente.
Mientras se sofríe, preparamos la mezcla de hierbas. Yo cogí del "huertito personal de mi patio" un poco de tomillo y unas hojas de hierbabuena. Además, le añadí una media cucharada de romero. El romero es esa especie que si la usamos va a prevalecer siempre sobre las demás por eso siempre tengo respeto de usarla, pero en este plato va bien.
Mirad que color tan doradito coge el pollo.

En fin, cuando ya este dorado lo sacamos y ponemos en el aceite a freír una cabeza de ajos enteros previamente machacados. 
Y mientras, untamos el pollo sofrito que hemos reservado con la mezcla de especias y añadimos a los ajos dorados una cebolla cortadita en juliana.



Añadimos el pollo especiado y damos unas cuantas vueltas para terminar el sofrito.

Es hora de añadir el vino, remover un poco y tras unos minutos añadir el caldo y la hoja de laurel.

Dejamos que el pollo termine de hacerse. A mi me gusta que la carne esté muy blandita y para comprobarlo la pincho con un tenedor y si se deshace fácilmente es hora de retirar del fuego pero… ¡que no se me han olvidado las aceitunas! Cinco minutos antes de retirarlo echamos las aceitunas y rectificamos de sal. Es mejor no echar mucha sal antes porque la acidez de determinadas aceitunas puede subir el sabor. Así que es el momento de probar y rectificar. ¡ah! Para gustos los colores, parte de la "family" opina que las aceitunas negras van mejor y a mi me gustan más aceitunas tipo manzanilla verdes sin hueso. A elegir, que ambas van bien y si no se echa de las dos, como hice yo, y así le damos color al plato (¡y sabor!)