Aunque en casa preparamos la pasta de mil formas diferentes, teníamos este fin de semana ganas de probar algo nuevo, de experimentar un poquito entre fogones, a ver que salía… así que buscando entre revistas salió un pesto rojo y ¡bingo! Allí estaba el reto.
El paso siguiente fue buscar en la red a ver qué me encontraba y así pude saber que es una receta tradicional de Sicilia y el sur de Italia mientras que el pesto verde tradicional es una receta cuya procedencia y tradición nos lleva a Génova. Mientras el segundo está compuesto de piñones, albahaca y ajo, el ingrediente principal de nuestro pesto rojo es el tomate que se combina también con los piñones y la albahaca, aunque hay variantes que lo preparan con almendras tostadas y otros ingredientes. Oye, y me resultó curioso que la palabra pesto significa machacar ya que tradicionalmente estas salsas se hacían con un mortero.
Por otra parte, al ser una salsa tradicional hay muchas variantes y maneras de prepararlo. La que yo recojo aquí, bastante sencilla, salió buenísima así que merece la pena repetirla.
Además, y como sugerencia de la revista, combinamos este pesto con unas verduritas salteadas y el resultado fue espectacular, un plato que además de exquisito da un colorido muy primaveral a la mesa. Así que repetiremos seguro.
Ahí van los ingredientes:
Lo primero que haremos es hidratar nuestros tomates secos, metiéndolos durante unos diez minutos en agua.
Mientras se hidratan tostamos un poco los piñones salteándolos en una sartén. Es hora de preparar el pesto y, aunque la receta original majaba todos los ingredientes, nosotros podemos usar una batidora o un procesador de alimentos. Yo usé mi thermomix. Ponemos en el vaso los tomates, los piñones, unas hojitas de albahaca y un diente de ajo al que le hemos quitado el corazón para que no repita después. Molemos unos minutos y cuando esté todo triturado le vamos echando aceite poco a poco mientras batimos hasta crear una salsa con una textura parecida a la salsa romesco…
Cuando tengamos la consistencia deseada sacamos la salsa, la mezclamos con cuatro cucharadas de queso parmesano y reservamos.
Cortamos el calabacín y la berenjena y la salteamos con un poco de aceite de oliva virgen extra (AOVE). Cortamos los tomatitos cereza por la mitad e incorporamos en la sartén. Salteamos unos 10 minutos.
Mientras, vamos cociendo los macarrones siguiendo las indicaciones del fabricante y cuando estén cocidos, los escurrimos y montamos el plato uniendo nuestros tres elementos: los macarrones, el salteado de verduritas y el pesto rojo.Es deseable servir junto a un cuenco de queso parmesano rallado para que cada comensal se sirva lo que desee.
Lo dicho, un bocado espectacular para esta receta tradicional que hemos importado directamente de Italia ¿Os animáis?