jueves, 6 de febrero de 2014

Espinacas con garbanzos


Hoy tocaba en casa otro de esos platos de toda la vida, de los que has visto en casa de tus padres y se han transmitido durante generaciones. Un plato típico andaluz de cuchareo pero también una tapa estrella de muchos bares típicos, de Sevilla sobre todo. Al menos que yo conozca... ¿En vuestras ciudades también las ponen en los bares? En Huelva no las he visto tanto, sin embargo en Sevilla es muy típico la platea de barro con las espinacas con garbanzos. De hecho, si estás de por el centro, aprovecha y visita El Rinconcillo, en la plaza de los Terceros, una bar-taberna centenario con mucho encanto, donde las ponen exquisitas. Y ya que estás, si hace calor que no es difícil, das la vuelta al edificio y pides una cerveza en El Tremendo, fresquita, fresquita, es uno de los lugares donde mejor la tiran.

Volvamos a las espinacas.

Esta mañana, pensando en todo esto, decidí conocer un poco más de este plato y, claro, acudí a "san google" para documentarme y os cuento algunas curiosidades. Por lo visto, no se sabe muy bien de donde vienen las espinacas pero sí parece que fueron los árabes quiénes las introdujeron en la península. Parece que este guiso de espinacas con garbanzos empezó a cocinarse precisamente de la época andalusí y lo que sí está claro es que lo inventaron la gente del campo que necesitaban algo nutritivo pero no muy pesado para alimentarse durante la jornada.

De hecho es un plato muy muy sano, la combinación de la verdura y las legumbres apenas aporta grasas y no engorda demasiado (eso sí, si no nos pasamos con el pan) y es una fuente importante de minerales y vitaminas. Además, el hecho de llevar cominos disminuye los gases que producen los garbanzos. Esto último no lo sabía y me ha llamado mucho la atención que esta especie sirva para eso además de proporcionar ese sabor final característico.

Bueno, ¿os he convencido con tantas bondades? Pues vamos a ponernos manos a la obra. Este guiso es bastante fácil de elaborar y sólo tiene dos momentos complicados. Por una parte, hay que calcular bien la cantidad de vinagre que ponemos, porque si nos pasamos arruinaremos el plato y si nos quedamos cortos el resultado final es bastante insulso. Por otra, la cantidad de comino también es importante y va al gusto del consumidor. A mi me gusta el sabor que le da y suelo añadir bastante pero también hay personas que rechazan el sabor especiado en la comida.

Pues vamos allá, que además es un plato barato ya que necesitamos:

Bueno, a decir verdad, los garbanzos, si os gustan, pueden ser de bote y os ahorraréis cocerlos pero es que a mí me gusta más hacerlos yo. Empezamos con ellos, los ponemos a cocer en agua, más solos que la una, hasta que estén blanditos. Yo utilizo la olla express rápida que funciona muy bien para tal uso, pero como queráis. 

Cuando ya los tengamos, cocidos o de bote, en otra cacerola ponemos también a cocer  las espinacas con un puñadito de sal y un poco de aceite de oliva para que se potencie el color verde de estas verduras. Las mantendremos en el fuego hirviendo unos 20 minutos si son frescas y unos 5 ó 10 minutos si son congeladas. Antes de seguir, cortamos las hojas con unas tijeras de cocina para que el bocado sea más fácil a la hora de comerlas. 

En una sartén aparte echamos un poco de aceite y sofreímos las rebanadas de pan junto con tres ajos, Cuando estén dorados los sacamos y hacemos un majado con el comino, el pan, los tres dientes de ajo, sal y un poco de vinagre (al gusto pero con cuidado que ya digo que igual de malo es pasarse que no llegar). Una vez que tengamos la mezcla bien majada la diluimos en un poco de caldo de cocer las espinacas y reservamos.


En la misma sartén, doramos los tres dientes de ajo muy picados y le echamos una cucharada de pimentón dulce. Removemos rápidamente y retiramos del fuego ya que si el pimentón se quema da mal sabor.


Es hora de combinar todos los elementos. Retiramos el posible exceso de agua de las espinacas ya que no vamos a cocer durante mucho tiempo y este es un plato que no gusta con demasiado caldo. Le añadimos los garbanzos y dejamos cocer unos dos o tres minutos removiendo.


Le añadimos los ajos sofritos junto al pimentón y removemos de nuevo unos minutos para mezclar bien los elementos. Finalmente le incorporamos el majado y dejamos cocer cinco minutos para que todo el guiso coja el sabor.


Ya tenemos nuestras espinacas con garbanzos preparadas. Queda decidir si las degustaremos como plato único o bien como tapa, al estilo de los bares sevillanos. Como sugerencia de presentación, hay sitios donde se acompaña de uno o dos triángulos de pan frito o bien, en otros lugares se le pica por encima un poco de huevo duro. 

Con atrezzo o solas, estas espinacas con garbanzos es otro de esos guisos caseros que nos encanta y que además nos convence por su valor nutritivo. Incorporarlo al menú habitual de casa es una muy buena idea ¿No os parece?




1 comentario:

  1. ¡Muchas, muchas gracias! No sabes la ilusión que me hace. Apenas estoy empezando y estas cositas me dan muchísimo ánimo. Ahora estaba preparando otra entrada pero antes voy a dar mis 11 premios y responder mis preguntas.
    Para los demás
    Carmen nos ha dado un premio "Conoceme", mirad el enlace en su blog
    http://elsabordeloslugares.blogspot.com.es/2014/02/mi-primer-premio.html

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