Aunque hoy es día de pensar más en roscones que en otro dulce, estas fiestas son lo que son, y yo voy y os propongo otra receta dulce e hipercalórica, eso sí, deliciosa como toda receta dulce e hipocalórica que se precie. Un tiramisú, postre típico italiano, que en nuestro país ha vivido hace unos años su época de gloria y que ahora parece que ya no se ve tanto. A nosotros nos encanta, así que pasamos por alto un poco las modas y, de vez en cuando, que a veces hay que pensar en la línea y la figura, lo preparamos para cenas especiales o celebraciones varias.
Ya llegará enero y su famosa cuesta y tendremos que adelgazar a la fuerza o volver a los fideos, las ensaladas y las lentejas (que a mi me encantan por cierto).
Y lo del roscón... todo se andará. Este año lo he tenido que dejar pasar porque lo primero que te falta cuando llega a casa un bebé recién nacido es tiempo y me da la impresión que el roscón de Reyes va a ser un proyecto elaborado. Más cuando mi propósito es intentar hacerlo sin leche para que mi peque mayor pueda probarlo que nunca lo ha hecho... Y que con leche en la confitería de al lado de casa preparan unos espectaculares, de verdad. Si venís a Dos Hermanas y os apetece algo dulce... preguntad por San Rafael.
En fin, si buscas las receta del tiramisú, descubres que no hay una única manera de prepararlo ya que la variedad de ingredientes y recetas es amplia. Parece eso sí que el denominador común es el café y que casi todas llevan queso, preferiblemente Mascarpone, queso cremoso procedente de Italia. Algunas llevan yemas, otras claras, otras nata... La mía lleva un poquito de todo eso y el resultado es un postre de esos resultones, que puedes llevar o preparar para cualquier evento con familia o amigos ya que resulta fácil de hacer y siempre acaban alabándolo. Si nos han invitado a cenar o almorzar en casa de amigos, puede ser una buena idea para llevar y quedar bien.
¿Nos acercamos a la despensa?
Necesitamos:
- 200 ml de nata montada.
- 3 claras de huevo montadas.
- 250 gr de mascarpone. Si os apetece mucho el tiramisú y no encontráis mascarpone (suele haberlo en las grandes superficies) podéis cambiarlo por crema de queso o queso tipo filadelfia y el resultado no defraudará.
- 150 gramos de azúcar.
- Un chorrito de licor (opcional). Yo uso licor de hierbas, por aquello que es gallego y hay que tirar "pa" lo de una, pero un licor de avellanas, de almendras, de café o algún otro de vuestra preferencia puede resultar también. Además, si lo toman niños o preferís un dulce "abstemio" prescindimos de este ingrediente y punto.
- Un par de paquetes de bizcochos de soletilla (dependiendo del tamaño del molde)
- Cacao en polvo.
- Chocolate rallado (para decorar).
Comenzamos montando la nata y las claras. Como en la entrada anterior, os cuento que para asegurarnos el resultado los huevos deben estar a temperatura ambiente y la nata muy fría. Además, debemos utilizar un recipiente, preferiblemente metálico, muy muy seco. Además, las claras se estabilizan un poco si le añadimos antes de batir un poco de sal.
Para hacer la crema de tiramisú, veréis que facil. En un bol mezclamos la crema de queso con el azúcar y, si así lo hemos decidido, le incorporamos el chorrito de licor.
Seguidamente, incorporamos a la mezcla la nata montada, mezclando bien con una varilla. Luego le añadimos las claras montadas y lo mezclamos nuevamente con la misma varilla y movimientos envolventes. Pues esta es la crema.
Muy simple ¿verdad? Pues si tenemos el resto de los ingredientes, sólo queda montar el postre. Es uno de esos postres que se montan por capas de esta manera.
Primero, ponemos una capa de bizcochos de soletilla y empapamos en café. Podemos hacerlo de dos formas, dependiendo de si queremos más o menos sabor a café.
- Ponemos todos los bizcochos en la base y con un pincel los empapamos de café (tanto como deseamos).
- Echamos el café en un plato y empapamos los bizcochos en él antes de colocarlos en la base. Yo suelo hacerlo así ya que el sabor a café, más intenso, queda espectacular. Aunque apenas les doy una vuelta rápida en el café para que se empapen "lo suficiente".
Ponemos encima una capa de la crema que hemos preparado y la rociamos con cacao en polvo.
Añadimos sucesivamente más capas hasta terminar con los ingredientes asegurándonos que en la capa superior queda una capa de crema, que decoraremos con chocolate rayado o recortado con cuchillo.
Otra manera de presentar el tiramisú que queda muy vistosa es en vasitos pequeños tipo chato, teniendo cuidado de que cada capa quede bien marcada y no se mezclen entre sí con objeto de que resulte más agradable a la vista.
Bueno, nosotros lo comimos en Nochevieja pero ya os digo que es un postre fácil de hacer que resulta para cualquier ocasión. Así que... a animarse.
Ah, y antes de cerrar la entrada os deseo, por las fechas en las que estamos, que hayáis tenido una feliz entrada de año y que el 2014 venga lleno de cosas y planes deliciosos. Que lo disfrutemos y lo compartamos todos con salud.
Y para dentro de dos días, como se que habéis sido muy muy buenos, que los Reyes se acuerden de vosotros y os dejen aquello que más deseáis. Un beso.
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